IPL – TRATAMIENTO PARA MANCHAS DE LA PIEL
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Para eliminar las manchas se aplica un gel sobre la zona que se quiere tratar y a continuación se administran pulsos suaves de luz intensa blanca. La luz penetra por los tejidos donde el pigmento de las manchas solares y la sangre de los vasos transforman esta energía que se emite en calor. De esta forma las células encargadas de producir el pigmento se suprimen y se reduce el tamaño de los vasos. La reparación cutánea consigue además mejorar la luminosidad y el tono de la piel.
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La luz pulsada emite diferentes longitudes de ondas de acuerdo a la tipología de mancha que se quiera tratar. Se trata por lo tanto de un tratamiento totalmente personalizado a las necesidades y características de cada persona.
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Esta técnica está dirigida sobre todo a aquellas personas que vean su piel afectada por las manchas y que quieran revitalizar su piel. Con la luz pulsada blanca se eliminan las manchas del cuello, manos, tórax, escote, rostro y brazos.
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Con luz pulsada se pueden tratar las manchas:
- Angiomas planos – manchas rojas de nacimiento
- Rosacea
- Manchas solares
- Manchas hormonales
- Melasmas, cloasmas
Dependiendo del tipo de mancha, la pigmentación y de la profundidad que haya adquirido será necesaria un número diferente de sesiones. Se recomiendan tantas sesiones como resultados se deseen. Una vez obtenido un resultado deseado se recomienda al menos una sesión anual de mantenimiento.
CONTRAINDICACIONES LUZ PULSADA
- Piel recién bronceada
- Fotosensibilidad por enfermedad o farmacos
- Varices o problemas de coagulación en sangre
- Embarazo y lactancia
- Pieles muy pigmentadas y oscuras o negras
- Estados de imnodepresión
- Estados febriles
- Diabetes no controladas
POSIBLES EFECTOS SECUNDARIOS – TRANSITORIOS
- Edema (Inflamación) en la zona
- Eritema (Rojez) en la zona
CUIDADOS ANTES DEL TRATAMIENTO
- Evitar la exposición solar, rayos UVA o cremas autobronceadoras al menos 15 días antes del tratamiento.
- La zona a trata debe de estar limpia, libre de cremas o maquillajes.
CUIDADOS POSTERIORES
- Se recomienda no realizar tratamientos agresivos en la piel al menos en los 15 días posteriores del tratamiento, como abrasiones, peelings…
- No debe exponerse al sol en los 15 días siguientes al último tratamiento, y deberá usar protección solar -mínimo factor 30- al menos durante los dos primeros meses.